El valor del mantenimiento programado y las inspecciones en los tractores agrícolas ayudan a maximizar la eficiencia de su tractor.
Parte importante de la rentabilidad de una explotación agrícola reside en el cuidado de sus activos, incluyendo una constante preocupación por la maquinaria y equipamiento con las cuales mantiene su producción.
Una de las tareas esenciales para satisfacer este principio es el mantenimiento programado, que debe ceñirse a una pauta determinada por el fabricante de la máquina. Asegurando así, la mayor duración y mayor rendimiento, al reducir el riesgo de fallos y, por consiguiente, paradas no programadas en los equipos.
De esta manera, se elimina el perjuicio que implican los extensos periodos sin producción, que añadidos a los costes de la reparación siempre se traducen en considerables pérdidas de horas laborales y recursos. Saúl Alonso, Director de Soluciones al Clientes Kubota España, explica que «Un mantenimiento programado de los tractores agrícolas, realizado por profesionales muy formados, que conocen el producto en detalle, ahorra paradas imprevistas durante el funcionamiento del mismo durante la campaña y, en consecuencia, reducen los costes de la explotación».
Kubota pone a disposición de sus clientes el programa Profi-Check para sus tractores de las Series B, L y M (incluyendo los modelos más avanzados de las series M7001, M7002 y M7003). El programa tiene, además de las operaciones básicas de mantenimiento programado según modelo, una detallada inspección en hasta 60 puntos de control, realizada por profesionales muy formados y de gran experiencia en el servicio de maquinaria. Siempre utilizando equipo de diagnosis específico para ofrecer a cada cliente la máxima seguridad en el funcionamiento del producto con un mínimo riesgo de paradas imprevistas durante la posterior operación en la explotación.
